sábado, 4 de julio de 2009

Inmigrantes a emigrar


Retomemos ahora sí, el tema de los inmigrantes. España fue en 2006, el mayorreceptor de inmigrantes de toda Comunidad Europea. Ese año, ingresaron a España (en forma legal) 803,000 inmigrantes. También en 2008, España se destacó por ser uno de los pocos países que implementaron un programa de "regularización masiva de inmigrantes" lo que causó cierto enojo en algunos miembros de la comunidad europea mas "anti-inmigrantes" como Francia, por ejemplo.

Pero, a raíz de la crisis económica mundial, que generó en España casi un 19% de desempleo (si, leyeron bien: mas de 3,000,000 millones de personas en España no tienen trabajo), esa política de bienvenida al está empezando a transformarse en (por ahora) incentivos económicos para lograr el retorno de los inmigrantes a su país de orígen. Es decir, el estado español planea implementar un programa mediante el cual, pago mediante, los inmigrantes vuelvan voluntariamente a sus países de orígen. Se desprende de este proyecto el concepto de que el inmigrante “okupa” puestos de trabajo que antes nadie quería, pero ahora que las papas queman, deben retornar a manos españolas. Y yendo mas, muchos consideran que esta situación de crisis+desempleo+inmigración puede desencadenar un serio problema de xenofobía, tal como sucede en otros países europeos.

Por lo pronto, el gobierno Español intentará "limitar a cero" las contrataciones en orígen de inmigrantes.

Pero la cuestión de fondo es otra. Y es que, si bien la mayoría de los inmigrantes en España se encuentran en situación “legal” pudiendo acceder a los mismos beneficios que cualquier trabajador español (seguridad social, salud, jubilación, etc.), el motivo por el que España recibía tan abiertamente a los inmigrantes (mayoritariamente marroquíes y ecuatorianos) es que este venía a llenar un vacío. Se trataba de mano de obra para realizar aquellas tareas que el español de la abundancia contenida dentro de la burbuja financiera/inmobiliaria/económica, no quería realizar. Y es que, hasta ahora, el español no manejaba taxis, no limpiaba casas ajenas, no trabajaba en la construcción ni en la cosecha de uva, etc. .

Ahora la fiesta terminó, y dado que el 70% de los españoles teme perder su empleo, las miradas se posan sobre la cuestión de la inmigración.

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